El Camino de Santiago del Sureste comienza en Alicante y atraviesa
las provincias de Alicante, cruzando por las localidades de sax y
Villena pertenecientes al alto Vinalopó hasta alcanzar Albacete,
Cuenca, Toledo, Madrid, Ávila, Valladolid, Zamora, Ourense,
Pontevedra y La Coruña, hasta Santiago de compostela.
Las dos primeras etapas, desde Alicante a Villena, son comunes al
Camino de Santiago denominado Ruta de la Lana, que desde Alicante,
conduce a peregrinos y caminantes hasta Burgos, enlazando con el
Camino Francés. Así pues, en Villena, ciudad que da nombre a uno de
los señoríos más importantes que hubo en España, el Camino del
Sureste y la Ruta de la Lana se bifurcan permitiendo caminar hasta
Santiago de Compostela por itinerarios diferentes.
Ambas rytas jacobeas permiten al peregrino
que salió desde las orillas del Mediterráneo, en la capital de la
Costa Blanca, alcanzar la Plaza del Obradoiro, la Catedral de
Santiago de Compostela y la tumba del apóstol Santiago. Prolongando
su camino, puede llegar hasta alcanzar la Costa da Morte, el Finis
Terrae de
los Romanos, el cabo de Fisterra (Finisterre en castellano)
terminando su andadura en las costas del Océano Atlántico.
El Camino del Sureste fue recuperado gracias al trabajo que desde los
primeros años de la última década del siglo pasado llevaron a cabo
algunos de los componentes de la Asociación de Amigos del Camino de
Santiago de Alicante, desde 1993. Manolo Aliaga, ya redacto la primera
guía en 1994.
Junto con el Camino de la Lana es uno de los caminos que, dentro del
actual marasmo de vías jacobeas, permanece menos transformado y
consigue recrear una manera de peregrinar menos comercializada, más
auténtica y más semejante a lo que pudo ofrecer el Camino de
Santiago antiguamente.
Poco después se incorporaron a este arduo trabajo las Asociaciones
de Novelda, de Villena, de Ávila y de Valladolid (AJOVA y ACASSEVA)
y, finalmente, también han colaborado en los trabajos de estudio,
señalización y divulgación las Asociaciones de Amigos del camino
de Santiago de Cuenca, de Albacete (ACSAB), de Escalona (Toledo), de
Caudete y de Villanueva de Bogas (Toledo).
El traamo del alto Vinalopó, es utilizado cada vez por un
mayor número de peregrinos que se sorprenden por la belleza de los
lugares que atraviesa, de la amabilidad, sencillez y hospitalidad de
las gentes que viven en sus aldeas, pueblos y ciudades y,
especialmente, de la paz y la tranquilidad de que se puede disfrutar
caminando por estos caminos. tramos hollados por los íberos,
romanos y visigodos y que algunos peregrinos ya utilizaron para llegar
a la tumba del Apóstol Santiago desde hace más de 400 años.
Como
decíamos antes, éste es, ciertamente, uno de los pocos itinerarios
jacobeos donde aún se puede captar la esencia de lo que debió ser
el Camino de Santiago antiguamente, experiencia que se puede revivir
y sentir hoy, casi a cada paso en el Camino del Sureste y que se ha
difuminado entre la masificación y la explotación comercial de
otras rutas jacobeas más famosas..
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